El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurológica que afecta a niños y adultos. Se caracteriza principalmente por dificultades en mantener la atención, hiperactividad y comportamientos impulsivos que son más frecuentes y severos que en otras personas de la misma edad. Estos síntomas pueden causar problemas significativos en la escuela, el trabajo, o en las relaciones interpersonales.
Síntomas
Los síntomas del TDAH se dividen generalmente en dos categorías: problemas de inatención y problemas de hiperactividad/impulsividad.
- Inatención: Dificultad para mantener el foco, seguir instrucciones detalladas, organizarse, y completar tareas o actividades laborales.
- Hiperactividad/Impulsividad: Moverse constantemente, hablar excesivamente, interrumpir a los demás, actuar sin mucha reflexión y tener dificultades para esperar su turno.
Causas
Aunque la causa exacta del TDAH no se conoce completamente, se cree que factores genéticos juegan un papel importante. La investigación también ha identificado posibles factores de riesgo, como exposición a toxinas durante el embarazo, bajo peso al nacer, y lesiones cerebrales. No hay evidencia que respalde que la crianza o factores sociales causen TDAH, aunque pueden influir en la severidad de los síntomas.
Diagnóstico
El diagnóstico del TDAH se basa en criterios específicos descritos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Generalmente, se requiere que los síntomas sean evidentes antes de los 12 años, presentes en más de un entorno (como en casa y en la escuela), y que interfieran significativamente con el funcionamiento social, académico o laboral. El proceso diagnóstico incluye entrevistas, y posiblemente la utilización de escalas o cuestionarios, y un examen físico para descartar otras causas de los síntomas.
Tratamiento
El tratamiento del TDAH puede incluir medicación, terapias conductuales, o una combinación de ambas. La medicación, especialmente los estimulantes, ha demostrado ser efectiva en reducir los síntomas de inatención y hiperactividad. Las terapias conductuales pueden ayudar a mejorar la conducta, las habilidades sociales y las habilidades de afrontamiento. El apoyo educativo y las adaptaciones en el entorno escolar o laboral también son importantes para manejar el TDAH.
Perspectiva
Con un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento adecuado, muchas personas con TDAH pueden gestionar exitosamente sus síntomas. Aunque el TDAH es una condición de por vida, las estrategias para mejorar la organización, la atención y el manejo de la impulsividad pueden ayudar a las personas con TDAH a llevar vidas productivas y satisfactorias.